Cómo funciona el transmisor o micrófono de carbón


Seguramente, durante la descripción anterior habrán pensado ¿cómo se transforman las variaciones sonoras en variaciones de corriente eléctrica? Para comprender esto debemos explicar la parte del teléfono opuesta al auricular, o sea, el micrófono o transmisor.

Nos referiremos en particular al micrófono de carbón, por ser precisamente el más sensible.

Aquí también tenemos un diafragma, sumamente delgado, detrás del cual se halla una masa de partículas de carbón. A través de esta masa pasa una corriente eléctrica producida por una pila o batería. Cuando una persona habla frente a la membrana, ésta vibra por la acción de las ondas sonoras que chocan contra ella. Como resultado de esta vibración las partículas de carbón modifican el contacto entre ellas según la mayor o menor presión ejercida por el diafragma. Esto repercute en la corriente eléctrica, la cual también ve modificado su valor y se transforma en una corriente fluctuante.

Es esta corriente variable la que se envía a la bobina del auricular, el cual, como vimos, realiza la reproducción del sonido. Pero pensemos en los kilómetros de alambre que recorre esta corriente eléctrica, a través quizá de campos y ciudades hasta llegar al destinatario, todo en contados segundos. Y a veces, también, a través de montañas, mares y océanos. La Tierra, como decíamos anteriormente, está rodeada en todas direcciones por millones de cables telefónicos y la voz humana corre transformada, por estos ríos invisibles, casi tan rápido como la velocidad de la luz.