Armonía de líneas y colores en el arte griego y su universalidad


Alguien ha dicho que la característica sobresaliente del arte griego es su exquisito sentido de las proporciones y la armonía que se traduce en las líneas de sus monumentos arquitectónicos y escultóricos, y en los colores usados en su decoración.

Al; comienzo, el arte griego fue sólo una manifestación de piedad religiosa, una expresión del culto a los dioses; pero el espíritu individualista y amante de la belleza de los hijos de la Hélade pronto extendió las manifestacicnes artísticas hacia todas las actividades humanas, y consagró obras de inmortal hermosura a sus atletas, sus doncellas, sus grandes poetas, filósofos y estadistas.

Por todo ello su arte es universal y perdura fresco y lozano a través del tiempo, como su filosofía y su literatura. La influencia griega en el mundo occidental moderno se hizo sentir por intermedio de los romanos, quienes asimilaron su cultura adaptándola a su propia modalidad. Ciudades en ruinas como las de Herculano y Pompeya, levantadas pollos romanos de acuerdo con la concepción griega, nos han permitido reconstruir hasta en los menores detalles las características esenciales de ciudades y monumentos de Grecia.

La arquitectura y la escultura fueron las dos manifestaciones artísticas que perpetuaron la grandeza del genio heleno; la cerámica fue un complemento de inestimable valor, por su exquisita gracia.

La nota dominante de su arquitectura fue la elegancia y la sencillez, adaptadas a la forma rectangular, sin cargazón de ornamentos; como excepción decorativa, tuvieron una. notable variedad de columnas, cuyas características diferenciales se han tenido en cuenta para distinguir los estilos u órdenes arquitectónicos que empleó el arte en Grecia.

La primitiva forma de la arquitectura griega fue un simple rectángulo con un solo vano y una sola puerta. Después se agregó un patio o atrio con seis columnas. Alrededor de éste se agrupaban las habitaciones, de las cuales las del interior -el gineceo-estaban reservadas a las mujeres, que en ellas realizaban sus labores y cuidaban a los niños.

De esta distribución de la casa primitiva salió posteriormente la de los. templos, que luego tomaron formas y proporciones variadas.

Al principio se usó la madera para las construcciones, pero después del incendio de Atenas se levantaron edificios de piedra y mármol. De este modo renació la Atenas de Pericles, que estaba llamada a jugar un papel tan' importante, en la historia del mundo antiguo.

Todos los monumentos de entonces fueron levantados de acuerdo con las características de ese pueblo que tanto amó vivir a cielo y a mar abiertos.. La armonía de líneas fue realzada con: la de colores, que lograron mediante dos recursos: uno natural, el simple juego de luz y sombra que las columnas proyectaban en contraste con la luz solar según las horas del día, y otro, artificial, mediante hermosas policromías con las que embellecieron sus muros y sus estatuas. Para contrarrestar los efectos luminosos del brillante sol del Mediterráneo sobre el blanco inmaculado de sus mármoles, los griegos recubrieron las paredes de sus templos, palacios y pórticos con pinturas que distribuyeron de acuerdo con la ornamentación y los efectos de luz y sombra, sin sujetarse jamás a reglas fijas. Usaron preferentemente el rojo y el azuleara los fondos, sobre los cuales se destacaban los dibujos y bajos relieves coloreados con vigor y realismo. Contribuyeron a la armonía de estos colores los que aplicaron a las telas, ojos y bocas de las estatuas que decoraban el interior de sus monumentos magníficos, cuyas ruinas son hoy motivo de asombro y deleite.