Algunos monumentos de la antigua Grecia no están en Grecia


Cuando hablamos de arte griego, no debemos pensar sólo en el que atesora la península helénica. Recordemos que fue un pueblo de marinos y que como tal llevó su influencia a tierras que lo adaptaron a su técnica y a su gusto. La zona de expansión del arte helénico se extendió hasta el sur de Francia desde las costas del Asia Menor, pasando por el extremo meridional de Italia y Sicilia; éstas y las islas adyacentes constituyeron la Magna Grecia, donde la influencia del arte griego fue muy notable.

Antes de estudiar los monumentos clásicos levantados en la misma Grecia, recordaremos algunos erigidos fuera de ella. Entre los más armoniosos, se halla el templo de Paestum, o Posidonia, de orden dórico, consagrado al dios marino Poseidón, cuyas ruinas aún imponen por su belleza y grandiosidad en la Campania italiana.; En Agrigento, la ciudad que Píndaro cantó como la más hermosa, se alza el templo de la Concordia; y en Sicilia también, el de Segesta desafía al tiempo y a los elementos con su gallarda estructura.

La arquitectura adquirió nuevas proyecciones con la apertura de los puertos del Pireo y Falero, que se unieron a Atenas.

Pórticos, teatros y palacios enriquecieron las ciudades griegas, pero los monumentos más famosos son los erigidos en la ciudad alta de Atenas.