En tiempos heroicos de la Grecia de Homero surge la edad de oro


La brillante cultura creto-micénica sufrió a su vez la invasión de nuevos pueblos foráneos los dorios y los jo-nios que, si bien en un primer momento, parecieron querer arrasar con las culturas anteriores, pronto fueron seducidos por ellas y asimilándolas desarrollaron un nuevo tipo de cultura que había de culminar con fes obras maestras producidas por el genio helénico.

Los dorios se establecieron en el Peloponeso, mientras que los jonios lo hicieron en el Ática, procedentes de las costas del Asia Menor, de donde trajeron el ideal artístico de los pueblos egeos, que era distinto en cada uno de ellos. Los dorios, rudos montañeses, encararon la vida con mayor severidad, lo que se refleja no sólo en la organización militar y política sino también en el arte; mientras que los jonios, apasionados y enamorados de las bellezas naturales, se dejaron llevar en alas de la imaginación tanto en la concepción política como en la artística. Atenas y Esparta, capitales del Ática y de Lacedemonia, respectivamente, se convirtieron de tal manera en el prototipo de las ciudades griegas.

De la fusión de ambas culturas con la creto-micénica surgió un período artístico llamado la edad de oro.