Proyecciones de la vasta obra de Miguel Angel


Al ser sitiada la ciudad de Florencia, Miguel Ángel proyectó las fortificaciones contra el enemigo. Cuando pudo volver a Roma siguió trabajando en el sepulcro de Julio II, y luego, designado arquitecto de San Pedro, trazó los planos de su gran cúpula.

Miguel Ángel no contrajo matrimonio pero amó a una dama de ilustre linaje, Victoria Colonna, quien inspiró algunos de sus poemas más hermosos, pues se reveló también poeta de positivos méritos. Nos queda de él un libro de versos, Rime, que figura entre los mejores de su tiempo. Aunque algo orgulloso y reservado, Miguel Ángel fue un autocrítico severo; su frase favorita fue hasta la muerte: “¡Aún aprendo!”