Los pintores de la edad áurea se libran de normas tradicionales


Como en las demás artes, el esplendor de la pintura coincidió con el nuevo impulso que le dieron los artistas del siglo v antes de Cristo, entre los cuales descolló Polignoto de Thasos, que fue maestro de Fidias. Atraído por la fama de Atenas, llegó a la ciudad en tiempos de Cimón, poco antes de Pericles. Pronto se hizo ciudadano ateniense y posteriormente se le confió la dirección de los decorados del pórtico del Agora de Atenas, que realizó con otros pintores de la época, como Panamos, hermano de Fidias, y Micón. Entre las escenas que pintó sobresale una de la guerra de Troya. Polignoto señala la liberación de la pintura griega de los cánones tradicionales, con la incorporación del paisaje y un mayor realismo en la expresión de los personajes. En cuanto a la temática, substituyó las ya manidas escenas mitológicas con las de la épica nacional.

Junto a los exponentes de la escuela de Polignoto, que llamaremos ática, se distinguen los' de otra que se desarrolló en las costas de Asia Menor, la jónica, de la que surgieron Zeuxis y Parrasio, de quienes ya nos hemos ocupado.

Las características de la escuela jónica fueron: mayor vivacidad en los colores, perfección de líneas en el trazado de las figuras e imitación del paisaje extremando la fidelidad.