Arte moderno en Perú: simbiosis hispano-indígena


Más que en otros países de América, fue lamentable en Perú la invasión arquitectónica estilística del siglo xix, porque en este país la fuerte tradición técnica de los incas y las soluciones estéticas que produjo la simbiosis hispano-peruana durante el período colonial hacían esperar una arquitectura con marcados caracteres propios también en el siglo xx. En 1920 se inicia un movimiento que tiende a fusionar los materiales tradicionales hispanos e indígenas con el espíritu de la época actual. Esta idea, debida al escultor español Piqueras Cotolí, fue tomada en consideración por los arquitectos peruanos Augusto Benavídez, Emilio Harth Terré y José Álvarez Calderón, quienes lograron algunas soluciones apreciables. Se creó luego en Lima la Sociedad de Arquitectos, el Consejo de restauración y conservación de monumentos históricos, la revista El arquitecto peruano, y así el problema general arquitectónico comenzó a madurar, y preparó el terreno para que Perú llegue a tener una arquitectura contemporánea adecuada, con un sello original y un color propio, como corresponde a tierras que cuentan con una historia muy antigua, rica en manifestaciones artísticas.

La pintura peruana, desde el acuarelista de las costumbres coloniales llamado Pancho Fierro hasta los artistas de hoy, ha seguido el camino señalado con respecto a toda América latina, pasando por las etapas realistas y románticas del siglo xix, por el período en que se refleja el impresionismo francés para por fin, desembocar en las variadas expresiones contemporáneas que son bien conocidas en los círculos artísticos de la Ciudad de los Reyes.

En el Perú, muchos artistas jóvenes salieron del país y supieron asimilar el arte europeo, pero le imprimieron un sello personal y nacionalista. Así hizo Carlos Baca Flor, discípulo de Benjamín Constant, que obtuvo el primer premio en el Salón de Pintura de París en el año 1907. Otros buenos pintores peruanos son Luis Ugarte Ronceros, eximio retratista, José Sabogal, fundador de la escuela indigenista en Perú, Camilo Blas y muchos otros. Entre los escultores sobresale Romano Espinosa Cácedas.