Pulgares para abajo


En las luchas circenses de la antigua Roma, la suerte del vencido era decidida por los espectadores. El perdón se manifestaba por un gesto denominado pollice uerso: se extendía la mano con el pulgar hacia abajo, aludiendo, probablemente, a la espada colgante, inofensiva, en la mano del vencedor o dentro de su vaina. El gesto con que se exigía la muerte era pollice presso, el pulgar cerrado en la palma, indicador de la espada hundida en el cuerpo del vencido.

El curso de la historia tergiversó los significados, y pollice verso vino a significar: ¡Mata! Por ese error o, mejor dicho, cambio de significado, los pulgares hacia abajo significan ahora desaprobación sin recurso.


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