Puerto Rico y la maravillosa gama de sus encantos naturales


Conocemos ya el Puerto Rico histórico, geográfico, comercial e industrial. Pero el país tiene también gran atracción para el hombre de negocios que busca recreo, así como para el que vive solamente para contemplar y amar lo bello. Un poeta del Perú, José Santos Chocano, llamó a San Juan “la Ciudad Encantada”. Tal es !a impresión que da con el castillo del Morro, recuerdo de España, sentado como un dragón a la entrada de su bahía. Ante él los niños recuerdan sus cuentos de hadas. Hay además otro castillo, el de San Cristóbal, que abraza la ciudad con sus murallas, por el Sur, hasta la plaza de Santa Catalina, antigua residencia de los gobernadores, construida en 1540. La iglesia de San José, que se levantó en 1523, es una de las más antiguas de América, y la catedral, erigida en 1526, el edificio más bello de la ciudad. Las viejas capillas del Santo Cristo, Santa Ana y San Francisco datan del siglo xviii. Edificios coloniales, como son los palacios municipal y episcopal, el cuartel de Ballajá, la Casa Blanca, el antiguo presidio, embellecen el presente y evocan el magnífico pasado.

En lo moderno posee la ciudad hermosas plazas y paseos, lujosos hoteles, casinos, bancos, clubes y un ateneo a estilo de España. En las afueras se han construido bellos distritos residenciales. En resumen, todas las circunstancias, clima, belleza natural y valores típicos, hacen de Puerto Rico un paraíso para los puertorriqueños y un gran centro de atracción para el curioso turista extranjero.