La funesta capitulación de Miranda en la victoria


Miranda fue nombrado general en jefe de las provincias unidas de Venezuela (1811), y bajo su mando se libró la importante batalla del 13 de agosto en Valencia, en la cual sufrieron considerables bajas los españoles.

Al siguiente año la traición de uno de los suyos lo llevó a una seria derrota en Valencia, derrota que surtió el efecto de ponerle en franco desacuerdo con su gente.

Cometió luego el grave error de creer en las promesas del jefe realista Monteverde, y capituló en La Victoria (25 de julio de 1812). Ello resultó funesto para la causa republicana, y aun más para el mismo Miranda, quien fue arrestado y encerrado en un calabozo de Puerto Cabello. De allí se lo llevó al Castillo del Morro de Puerto Rico, y finalmente al arsenal gaditano de la Carraca, en España, donde permaneció en riguroso cautiverio hasta el día de su muerte (14 de julio de 1816).