De Argentina a Chile a través de colosales montañas. El ferrocarril transandino


El ferrocarril que une a Buenos Aires con Santiago y Valparaíso atraviesa primeramente las pampas argentinas, inmensas llanuras en que no se ve un solo árbol, salvo los que han sido plantados por el hombre.

En Mendoza, capital de la provincia argentina del mismo nombre, nos encontramos ya al pie de la cordillera de los Andes, la gigantesca cadena de montañas que separa las repúblicas de Chile y Argentina.

Hacia el lado de Mendoza, los Andes no son muy pintorescos.

Pero una vez atravesada la frontera, por un túnel situado a gran altura sobre el nivel del mar, el paisaje cambia como por encanto. La majestad imponente de los abruptos picos cubiertos de nieve, la profundidad de los valles, cuajados de cascadas y torrentes, la verdura de las praderas y de los matorrales, todo nos anuncia que estamos en Chile.

El tren desciende por el alto valle del río Aconcagua, y se detiene en Llaillai, punto en que la línea férrea de los Andes empalma con la que une a Santiago con Valparaíso. Desde allí podemos dirigirnos a nuestra voluntad a cualquiera de las dos grandes ciudades de Chile. Otra vía ferroviaria que une a Argentina y Chile es la de Salta-Antofagasta.