El programa de la reparación nacional en el gobierno de Hipólito Yrigoyen


La elección celebrada el 2 de abril de 1916 arrojó una amplia mayoría a favor de la fórmula Yrigoyen-Luna; por primera vez se aplicó en el orden presidencial la nueva Ley Electoral, y uno de sus principales auspiciadores era elevado por ella a la suprema magistratura del Estado.

Tomó Yrigoyen posesión de su investidura el 12 de octubre de ese mismo año y dio comienzo a lo que llamó un programa de reparación nacional. La casi total paralización del comercio de importación originó un proceso de industrialización que fue insuficiente, sin embargo, para calmar la agitación de los sectores obreros. Este problema se agudizó al promediar el período de Yrigoyen, y menudearon entonces los choques entre trabajadores y policía; alcanzó la máxima tensión durante el mes de octubre de 1919, en lo que se llamó “la semana trágica”, por haberse perdido numerosas vidas en choques callejeros entre fuerzas de represión y obreros en huelga.

En el orden económico, Yrigoyen insinuó una tendencia a la recuperación de las líneas férreas, declarando caducas las concesiones vencidas e incrementando la extensión de las líneas de ferrocarriles del Estado. Se dictaron disposiciones en resguardo de las riquezas del subsuelo, especialmente el petróleo, protegido por un organismo estatal, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, que empezó a desarrollarse vigorosamente. Pero fue en el orden de las relaciones exteriores que la gestión de Yrigoyen alcanzó resonancia mundial. Mantuvo la neutralidad declarada por el gobierno de su predecesor y resistió la presión de un fuerte sector belicista. Con posterioridad, al constituirse la Sociedad de las Naciones, Yrigoyen dictó al ministro Honorio Pueyrredón los principios de lo que se llamó la Doctrina Argentina, que sostenía el derecho de todos los Estados, aun los vencidos, a su admisión en la Liga en condiciones de igualdad, y el sometimiento obligatorio de los pleitos internacionales a la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Como el proyecto fue archivado, la Argentina se retiró del organismo.

Las relaciones interamericanas fueron también objeto principalísimo del cuidado de Yrigoyen; uno de los más justicieros actos de su gobierno, en tal sentido, fue declarar extinguida la deuda de guerra del Paraguay. Otra afirmación de hermandad hispanoamericana fue proclamada por el decreto presidencial que instituyó el 12 de octubre como Día de la Raza, dedicado a la exaltación de los valores de la civilización hispánica.