Cómo educaban los incas a sus jóvenes, desde el príncipe al más humilde de los muchachos


Los jóvenes varones de la familia imperial eran preparados para los altos destinos a que serían llamados, ineludiblemente, al cabo de los años; sus estudios comprendían el de la lengua quechua, la teología solar, la notación por medio de los quipos, la historia y la ciencia militar. Los estudios se iniciaban al entrar en la adolescencia, hacia los doce años, y concluían un lustro después.

Los muchachos de las clases populares recibían una educación distinta, destinada a obtener buenos artesanos o labradores; en general esta preparación era eminentemente práctica y colectiva, y de la excelencia de los métodos que emplearon da buena prueba el estado del Perú en momentos de irrumpir en él los españoles: casi podría decirse, comparando medios técnicos, población, tiempo y recursos, que nunca como en aquel entonces el nivel de vida de los hijos del Sol fue tan alto.