Las instrucciones de 1818 y el rechazo de los diputados orientales


Con estas memorables instrucciones, Artigas y los hombres del Congreso del Peñarol dieron un programa definido a la revolución que el primero acaudillaba.

Se recomendaba en ellas a los diputados orientales que pidiesen la declaración de la independencia absoluta de estas colonias, absolviéndolas de toda obligación de fidelidad a la corona de España; que procurasen asegurar la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable; que tendieran a instituir en el Río de la Plata el régimen federal, dando a cada provincia autoridades autónomas, además del gobierno superior de la nación; que votaran por la forma republicana de gobierno, y que recordasen la necesidad de poner trabas al peligro del despotismo militar.

Las Instrucciones de 1813, en las que se contiene ese profético programa de independencia, república y federación, constituyen la más alta gloria de Artigas y el más honroso timbre de la revolución uruguaya.

Los diputados de la Banda Oriental se trasladaron a Buenos Aires y presentaron a la Asamblea Constituyente los poderes que acreditaban su representación. Pero el espíritu centralista de los políticos que allí predominaban, los movió a pretextar deficiencias de origen en los poderes que traían y se negaron a reconocer su validez.