¿Hubo alguna vez seres parecidos a los dragones?


¿De dónde tomaron los hombres la idea de los dragones alados? Verdaderamente hubo un tiempo en que había seres que presentaban una cierta semejanza con las cosas que las atemorizadas imaginaciones pintaron; pero pertenecían a la época de los grandes reptiles, en la cual el hombre no existía aún. La presencia de estos seres no se reveló a los humanos hasta mucho tiempo después de haber dejado éstos de creer en dragones. Los dragones reales no echaban fuego por narices y boca ni eran hijos de las águilas y los lobos, como nuestros antepasados creían. Cuando los verdaderos dragones caminaban sobre la tierra o surcaban el espacio, no existían aún los lobos ni las águilas. La idea del dragón llevaba siempre consigo toda suerte de temores; y como se creía que los rinocerontes y unicornios purificaban el agua del veneno de los dragones, era mayor todavía el respeto que se les tenía a estos últimos animales.