Curiosa historia del chocolate y su introducción en España


El chocolate fue introducido en Europa por los españoles, después del descubrimiento de América, procedente de México, donde en el idioma azteca choco significa cacao, y late, agua; siendo, por lo tanto, chocolate igual a agua de cacao. Otros dicen que viene de choco, sonido, ruido, y atle, agua, porque la pasta de cacao se bate con agua hirviendo. Algunos lo hacen derivar de xocoaíl, de xococ, agrio, y atl, agua, en tanto que para otros se trata de una superposición de chokola, mayismo procedente de chokol, caliente, y a, agua, con el agregado del sufijo azteca ti.

Como ya dijimos, los aztecas preparaban el chocolate con semillas de cacao trituradas y harina de maíz, agregándole, a veces, miel y vainilla y aromatizando la mezcla con pimienta americana. Esta pasta de gusto poco agradable para los españoles, tuvo al principio escasa aceptación entre los conquistadores, hasta que se generalizó el uso del azúcar en la mezcla, con lo que se propagó su consumo. A pesar de que el chocolate era desagradable al paladar europeo, los españoles, ya desde el principio de la conquista de México, apreciaron las extraordinarias cualidades de esta bebida, y su jefe, Hernán Cortés, en una de sus famosas cartas al emperador Carlos I destacó sus cualidades en lo que se refiere a aumentar la resistencia del organismo para sufrir las fatigas corporales. Esta es, precisamente, una de las grandes virtudes del chocolate, alimento que es poseedor de enorme poder energético, al par que de fácil digestión.

En 1520, los españoles de México enviaron panes de chocolate a España; el producto tuvo tanta aceptación en la metrópoli que pronto se fundaron fábricas que perfeccionaron los métodos de preparación, y sobre todo, hicieron grandes mejoras relativas a la mezcla de especias.

En el año 1606 el florentino Antonio Carletti instaló en Italia la primera fábrica de chocolate. En ella mejoró el producto agregándole esencias y canela. Los franceses generalizaron su uso durante el reinado de Luis XIV, pero no montaron fábricas hasta comienzos del siglo xvii. Desde Francia se introdujo el chocolate en Inglaterra en el año 1657, o sea casi al mismo tiempo que el té y el café. En Alemania se comenzó a fabricar en 1756. En Estados Unidos se montó la primera fábrica en 1765.