El convertidor que ha transformado toda la industria del acero


Es el gran invento de sir Henry Bessemer, gracias al cual se transforma en acero la fundición ordinaria, sin emplear combustible alguno. Se introduce en el convertidor el hierro fundido, y el soplo de aire que atraviesa el aparato, añadido al calor que ya encerraba la fundición, es bastante para que la temperatura se eleve de tal manera, que queden quemadas todas las impurezas contenidas en la masa derretida. Se obtiene de este modo un acero que es empleado como material de construcción para puentes, vagones, vehículos de distintos géneros, rieles y parrillas, y que actualmente va sustituyendo, para muchas cosas, al hierro forjado. No posee, como éste, una estructura fibrosa, pero se lo puede torcer, doblegar y estirar, dándole la forma que más convenga, sin temor a que se rompa. Muchos herreros o forjadores prefieren usar este acero en lugar de hierro forjado.