De qué modo se prepara el combustible para hornos de fundición


El éxito alcanzado por la industria metalúrgica es debido a la producción del coque que se saca de la hulla; si bien el procedimiento no adquirió importancia hasta el año 1880. Antes de aquella fecha se fabricaba muy poco coque en Estados Unidos. Pero la conversión de la hulla en coque, mediante una estufa de forma especial, ha llegado a ser ahora una industria importantísima.

Estos hornos o estufas tienen un orificio en su parte superior, por el cual se echan cinco o más toneladas de hulla; esta carga va a caer al fondo y se enciende mediante raspaduras de madera que se colocan encima del montón. El proceso de fusión y de conversión en coque principia por la parte de arriba y va extendiéndose por toda la masa.

Se necesitan unas cuarenta y ocho horas para convertir en coque cinco toneladas de hulla. Los gases formados ascienden por dentro de la masa, depositándose el carbono, lo cual le da al coque ese revestimiento brillante y plateado que caracteriza a las mejores calidades empleadas en los altos hornos.