Nuestra numeración actual deriva de la indoarábiga


Diferentes teorías, cada una de ellas con parte de razón, intentan la explicación del origen y de la creación de nuestros números actuales, comúnmente llamados arábigos, pero que más propiamente deberían llamarse indoarábigos. Tales postulados incluyen la aseveración de que los orígenes de nuestra numeración deben buscarse entre los árabes, los persas, los egipcios y los hindúes.

Con todo, el país que primero usó la mayor cantidad de nuestras formas actuales es la India. En efecto, los números 1, 4 y 6 fueron hallados en las inscripciones de Asoka, en el siglo xi a. de C; los números 2, 4, 6, 7 y 9 aparecieron en las inscripciones de Nana Ghat, alrededor de un siglo después; y los números 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 9 en las cavernas de Nasik entre los siglos iynde nuestra era, todos con características semejantes a las de hoy. Ninguna de estas primitivas inscripciones hindúes evidencia haber considerado el valor relativo de las cifras o de los ceros que podrían facilitar la realidad de tal valor.

La primera referencia concreta a los números hindúes la hallamos en una nota redactada por Severo Se-bokht, un obispo que vivió en la Mesopotamia alrededor del año 650; como menciona nueve signos, lógico es suponer que el cero no fue conocido por él. Se cree que algunas tablas astronómicas de la India fueron traducidas al árabe, en Bagdad, hacia fines del siglo viii; sea de ello lo que fuere, los números mencionados llegaron ciertamente a conocimiento de los estudiosos árabes por esta época. En efecto, sabemos que hacia el año 825 al-Khowárizmi escribió un librito sobre el tema que luego fue traducido al latín por Abelardo Bath, allá por el año 1120, bajo el título de Líber Algorismi de número Indorum.

Aunque hay razones que hacen suponer que los números actuales se conocieron en Europa antes que en Bagdad, ello no está claramente establecido, y lo cierto es que el primer manuscrito que los contiene, fue escrito en España en el año 976. Es, pues, más probable suponer, con la mayoría de los entendidos, que los números hindúes, origen de nuestro sistema actual, fueron llevados a Europa por los árabes, quienes los introdujeron por España, y no son pocos los que sostienen que ellos fueron también los inventores del cero, tal como lo usamos en la actualidad para nuestras operaciones aritméticas.