Una aventura sumamente productiva para Gran Bretaña


Entre los hombres pertenecientes, en apariencia, al segundo grupo, se encontraba un joven proveniente de la India inglesa, llamado Henry Wickham, versado en botánica y poseedor de considerable fortuna, quien llegó a Brasil en 1876 para dedicarse al comercio. Wickham alquiló un vapor fluvial, lo cargó con los más variados objetos de comercio y se dedicó al tráfico entre los más alejados puertos del Amazonas y Belén. Al cabo de algún tiempo, familiarizado con la región y sus habitantes, Wickham, servicial, alegre y simpático, se hizo amigo de indios y siringueros, consiguiendo de éstos lo proveyeran de varios millares de semillas del hevea brasieyísis, el árbol de la goma que estaba haciendo la riqueza de miles de hombres y estimulando el desarrollo económico de Brasil.

Burlando la vigilancia de las autoridades brasileñas, que en defensa de los intereses nacionales habían prohibido la exportación de las preciadas semillas, Wickham logró pasarlas de contrabando y embarcarlas en un transatlántico, en el que previamente había sacado pasaje para Londres, de donde al cabo de algunos años habrían de salir los árboles que harían la riqueza de las colonias británicas en Oriente, en detrimento de Brasil. Y es que el joven botánico y ocasional comerciante no había obrado por cuenta propia en tan productiva aventura, sino en representación del gobierno de su patria que, no viendo con buenos ojos el monopolio ejercido por Brasil en la explotación de tan importante materia prima, había combinado este plan para despojarlo de su riqueza, como lo consiguió.

Las semillas que Wickham sacó de Brasil fueron plantadas en invernaderos en el Jardín Botánico de Londres, y cuando las plantas brotaron fueron cuidadosamente acondicionadas y embarcadas para la India, Ceilán y Singapur, donde se las trasplantó en lugares especialmente preparados. De esas plantas, mil setecientas en total, originóse el vasto sistema de plantaciones de hevea de las Indias Orientales, que producía, antes de la invasión japonesa, en la segunda Guerra Mundial, el 95 % de la producción total de caucho natural.


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