De cómo se utilizaba el carbón ya mucho antes del necimiento de Jesucristo


Encontramos referencias a este mineral en la Biblia y en los antiguos textos griegos y latinos, y es indudable que en China se empleaba el carbón como combustible mucho antes de la Era cristiana. En Inglaterra se utilizaba ya a principios de la Edad Media, pero se quemaba en tan malas condiciones que desprendía un humo y un olor insoportables, por lo que mucha gente lo consideraba tóxico. La suerte del carbón fluctuaba con los diversos reinados, pero cuando se hallaba en desgracia, lo mismo el rico que el pobre tenían que quemar leña, aunque ésta era muy cara y cada vez más escasa. Ni la misma reina Isabel pudo desechar la antigua creencia de que el carbón era perjudicial para la salud. La mayor parte de los miembros de su Parlamento eran caballeros provincianos que en sus mansiones señoriales sólo quemaban leña talada en sus propios dominios. Por eso pensó la reina que, como estaban acostumbrados a usar leña en sus hogares, el humo del carbón podría perjudicarlos, y ordenó que mientras estos caballeros permaneciesen en Londres, para asistir a las sesiones del Parlamento, no se permitiese a nadie el empleo del carbón.