Modernos métodos de ivestigación científica


El creciente deseo del hombre de conocer cada vez más a fondo la historia de la humanidad, lo ha llevado a estudiar y analizar las más variadas fuentes de información, siempre con el pensamiento de que éstas puedan aportar nuevos conocimientos que ayuden a descifrar el pasado, a desentrañar la verdad histórica.

Así, ha sumado a los clásicos métodos de investigación otros más modernos, basados en los últimos adelantos de las ciencias, que permiten determinar la autenticidad y la edad de los documentos examinados. Son ellos los análisis químicos de las tintas y de los papeles, y el uso de los rayos X y ultravioleta para determinar interpolaciones o intercalaciones posteriores en los manuscritos antiguos o para leer el primitivo texto en los palimpsestos o pergaminos raspados.

Tratándose de otros tipos de documentos históricos o prehistóricos, tales como piedras, maderas, restos orgánicos, etc., el investigador moderno se vale también de los descubrimientos de las ciencias fisiconaturales. Así, por ejemplo, partiendo de la base de que los troncos de los árboles se desarrollan en capas sucesivas alrededor de la médula a razón de una por año, y que éstas son tanto más gruesas cuanto más lluvioso ha sido el año, se ha logrado conformar un método muy interesante, ya que la observación de un tronco permite saber la edad de un árbol y conocer la historia climatológica de una zona y su incidencia sobre la economía de los grupos humanos que se habían establecido en la misma.

El estudio de árboles milenarios de la región habitada por los pueblos indios de México antes de la conquista de América, ha permitido determinar, como causa de sus migraciones, las grandes y continuadas sequías que empobrecieron el suelo, provocaron hambre y miseria en los habitantes.

Uno de los métodos científicos modernos más interesantes es el de la investigación del carbono radiactivo. Está basado en el conocimiento de la proporción de carbono radiactivo contenido en el documento cuya edad se desea determinar. Se analiza el material teniendo en cuenta que en la Naturaleza la proporción de carbono radiactivo en circulación, es decir, que pertenece al ciclo del carbono, es fija. Cuando el material que contiene carbono queda aislado del ciclo -animales o vegetales muertos u objetos de procedencia orgánica-, su contenido de carbono comienza a decrecer en función del tiempo, según índice conocido. Mediante contadores especiales se determina la proporción de carbono radiactivo y por ella es posible establecer, con un aceptable tanto por ciento de error, la edad del objeto examinado.