Los melones, de fresquísima pulpa jugosa y aromática

Son los melones frutos grandes, aovados, de carne jugosa, amarilla o blanca, y aromática. La planta que los produce, llamada también melón, de largos tallos rastreros, provistos de anchas hojas y grandes flores amarillas campanuladas, es originaria de Oriente. Aunque no se puede precisar en qué época se difundió el melón por otros países, se sabe con certeza que ya era conocido en Italia en tiempo del Imperio romano.

Este fruto requiere climas cálidos, donde se producen los de sabor más azucarado y exquisito; y en aquellas regiones donde la temperatura es más bien iría, se les puede dar cultivo forzado en estufas o invernaderos, como muestra uno de los grabados de este capítulo.
La carne o pulpa del melón, que es comestible y de gusto dulce, es blanda, muy jugosa, de color verde, blanco o anaranjado, y encierra pepitas pequeñas, chatas, ovaladas y blancas, que se usan en medicina.

Los melonares, con sus plantas bien esparcidas y los verdes tallos ordenados simétricamente, para que no se cubran unos a otros, con la cabaña que se establece en el plantío, para hacer posible la vigilancia y asiduo cuidado de este cultivo, presentan un espectáculo característico.