El diente de león o amargón, planta apreciada en medicina


En Europa los niños suelen soplar la suave pelusilla que en forma de globo tiene el diente de león, con el objeto, según dicen ellos, de averiguar qué hora es. La brisa se lleva el blando plumón, dejando en el extremo del tallo sólo uno o dos pelitos. Si los observamos cuidadosamente, descubriremos un diminuto aquenio en forma de huso, el cual termina en un delgado tallo que sostiene un penacho de suave pelusilla. Sumamente liviana, vuela ésta al menor soplo, llevando consigo el aquenio hasta llegar a un sitio lejano, donde queda, en ocasiones, prendida entre las ramas de algún arbusto o desciende hasta el suelo con el paracaídas al cesar la brisa, y penetra en la tierra la punta, que va provista de barbas cuyo fin es impedir que el viento la arrebate otra vez. El paracaídas, por su parte, cumplida ya su misión, desaparece en breve. Si la semilla halla terreno favorable, y casi todos lo son para la planta de que hablamos, la tierra la va cubriendo poco a poco, y las primeras lluvias contribuyen a su desarrollo.

Continuará creciendo durante todo el verano, con perjuicio de la hierba que la rodea, cubriéndola con sus hojas profundamente recortadas, que tiene dispuestas en forma de roseta circular, a semejanza de otras muchas plantas que hallamos en las praderas. El diente de león está provisto de un jugo lechoso tan amargo que al animal que lo ha gustado una vez no le quedan ganas de volver a acercarse a él. De este modo escapa a la voracidad de los rumiantes. Cosa singular: ese mismo sabor amargo es el motivo de que en varios países se tengan en mucha estima las hojas tiernas de esta planta como ensalada.

Al llegar el otoño, el diente de león se ha hecho ya fuerte y vigoroso, y tiene en sus recias raíces buena provisión de sustancia feculenta, con la que se nutre. Sus inflorescencias, cuando están enteramente formadas, son también lindas, y no necesitan más que de unos días de sol para trocarse en vistosos capítulos de oro, solitarios en el extremo de un largo escapo. Entonces es el momento de utilizar la planta, porque de sus raíces se extrae cierta droga, empleada en medicina como estomacal.