A la familia de los claveles pertenecen multitud de bellas flores silvestres


Más numerosa que la anterior es la familia de las cariofiláceas que incluye a los claveles, los cuales además de sus flores simples, constituidas por cinco pétalos dentados de mil variados matices, poseen el clavel doble en el cual numerosos estambres se transforman en pétalos y el clavel coronado. Pertenecen asimismo a esta familia multitud de plantas silvestres, tales como el cucúbalo, la colleja, la saponaria, las clavelinas, y el álsine. Todas estas plantas tienen sus hojas dispuestas de dos en dos, y a veces los extremos inferiores de uno de estos pares se juntan alrededor del tallo. Las flores son siempre regulares; poseen cuatro o cinco sépalos y otros tantos pétalos, y doble número de estambres. El pistilo termina en dos estigmas, y a veces más, hasta llegar a cinco. En el cucúbalo y en el clavel vemos unidos los sépalos, de manera que forman un rígido cáliz de forma tubular, pero el álsine tiene los sépalos separados. La cápsula que contiene la semilla aparece larga y cilíndrica, con su extremo superior muy recortado, o bien pequeña y de forma redondeada.