Las bacterias constituyen la forma inferior de vida vegetal


La vida vegetal ha sufrido muchos cambios sobre la tierra. A medida que nuestro planeta se enfriaba y permitía la existencia de seres vivos, los primeros que debieron de aparecer fueron formas vegetales microscópicas. Durante este proceso, que duró millones y millones de años, hasta nuestros días, se fueron formando organismos superiores, hasta llegar a los actuales, y se constituyó la tierra vegetal. Ésta es una mezcla compleja de minerales de la roca madre, desmenuzados por la acción de agentes atmosféricos y de las corrientes de agua, y transformados por la acción de las mismas plantas y de microorganismos del reino vegetal. ¿Y sobre las rocas peladas actuales, qué plantas pueden vivir? Las que primero aparecen son los líquenes, luego las algas, después los musgos. Poco a poco, por acción de estas plantas, y porque sus restos se acumulan allí, la superficie de la roca se va transformando y se origina, muy lentamente, una pequeña capa de tierra vegetal. A medida que esta capa de tierra se hace más gruesa, aparecen plantas superiores. Los vegetales inferiores existen en cantidades enormes en el aire, en el agua de lluvia, en el agua estancada, en la tierra vegetal; dentro de nosotros: en la boca, en los intestinos, etc. Las más inferiores se llaman bacterias y sólo son visibles con ayuda del microscopio. Si tomásemos miles de ellas y las colocásemos en hilera, ésta no alcanzaría al largo del diámetro de una moneda pequeña. Fijémonos en el puntito que tiene la i; pues con ser tan pequeño, es muchísimo mayor que cualquiera de esas diminutas formas vegetales que no tienen raíces, hojas ni flores. Ciertas bacterias producen la mayor parte de las enfermedades que aquejan al hombre y a los animales; otras, en cambio, son utilizadas para la preparación de algunos alimentos: queso, manteca, leche ácida; muchas tienen importancia para fertilizar la tierra y volverla apta para sembrar plantas que utilizamos para nuestra alimentación y en la industria.