La familia de las iridáceas se ha propagado por el mundo


Las iridáceas son plantas con aparatos subterráneos muy desarrollados, generalmente rizomatosos.

Los iris constituyen un numeroso grupo, en el que están incluidos los lirios españoles, cuyos rizomas bulbosos permanecen bajo tierra y presentan hojas estrechas semejantes al junco, y los lirios comunes o alemanes, cuyo grueso rizoma sale a la superficie del suelo, y tiene anchas hojas en forma de espada. Todos son muy hermosos, y algunos producen flores de tan ricos y variados matices como las ostentosas y extraordinarias orquídeas tropicales.

De Japón se han propagado por Europa y América numerosas variedades de iris, a cual más bonita.

¿Quién no ha visto alguna vez, al comenzar el estío, los preciosos lirios azules que florecen en los bordes de los pantanos? Si se los trasplanta a un húmedo rincón del jardín, seguirán dando sus lindísimas flores; tienen éstas las piezas exteriores, violadas y con un mechón de pelos amarillos, dirigidas hacia abajo, y las interiores, más claras, orientadas hacia arriba.

Las fuentes y los estanques reflejan también en sus cristalinas aguas los gladiolos, que son originarios de Europa, Asia y África.

En algunas regiones meridionales de Europa y de Asia se encuentra en los prados el azafrán de primavera y otras especies del género crocus. De estas plantas silvestres provienen las distintas variedades: blanca, azul, purpúrea y amarilla, que embellecen los jardines.