El pájaro que advierte el peligro al cocodrilo y le sirve también de mondadientes


Por la razón arriba expuesta, los antiguos sabios de Egipto enseñaban al pueblo a no destruir a los cocodrilos, lo cual explica que estos saurios fueran considerados entonces como animales sagrados.

Los cocodrilos pueden vivir muchos años, aunque no es cierto que lleguen a centenarios, como suele decirse.

Algunos de ellos, en las regiones del alto Nilo, alcanzan una longitud de 10 metros. Su cuerpo está cubierto de una armadura, la cual, así en el agua como en el barro, les da el aspecto dé troncos ¡derribados. En los lugares en que están en gran número, permanecen tan juntos unos al lado de otros en el agua, que presentan la apariencia de uña almadía de leños echada al través del río. En cuanto aparece algún peligro, el cocodrilo es inmediatamente; avisado por un pájaro que se halla de guardia, llamado pluvial, el cual grita cuando se acerca alguien. Así como el pájaro del rinoceronte le advierte la proximidad del peligro, así también el pluvial hace lo propio con el cocodrilo o aligátor. Pero no trabaja sin su debida retribución. En el cuerpo del cocodrilo hay insectos a los cuales ese pájaro es muy aficionado. Todavía es más sorprendente cómo esas aves obran a manera de mondadientes para el cocodrilo. Este último permanece durante varias horas con las mandíbulas separadas; y los pluviales se acercan a la boca del monstruo y pican las partículas de carne que han quedado entre los dientes del cocodrilo.