El camaleón con su rara librea de colores cambiantes


Hemos ya pasado revista a los más curiosos individuos del grupo de los pequeños saurios; pero hemos dejado para el final otros no menos interesantes. Uno de éstos es el camaleón, cuya superficie tiene algo de arco iris, pues puede mudar de color cuando se le antoja. Es el más perezoso de todos los lagartos, y se mueve a lo largo de las ramas de los árboles, en los cuales habita. Indudable es que, como compensación a la lentitud de sus movimientos, el camaleón posee la facultad de mudar de color. El suyo natural es de un gris oscuro, pero debajo de la piel tiene dos capas de células, de las cuales la una contiene un color amarillo brillante, y la otra pardo oscuro. Con uno o con otro un camaleón puede, a voluntad, producir la más extraordinaria de las combinaciones, aunque muchos de los cambios pueden ser accidentales, como el rubor en las personas.

Unas veces su piel aparece listada, como la de las cebras; y otras, cubierta de manchas amarillas. En ocasiones la combinación se compone de los colores leonado y negro como la piel del leopardo, para convertirse de pronto en un verde brillante. Cuando quiere! mudar enteramente de color, aspira; el aire profundamente, con lo cual aumenta de volumen, e inmediatamente se opera la transformación.