Las pequeñas musarañas, que luchan con denuedo hasta matarse unas a otras


Se las supone terriblemente feroces, pero esto sólo ocurre cuando se encuentran en su camino dos machos. En este caso, sí: luchan hasta perder la vida uno de ellos; pero, fuera de eso, la musaraña está dotada de muy buen carácter, y es menos feroz que el topo. Tiene muchos enemigos, y por eso se ve obligada a realizar algunos esfuerzos para salvarse, pues de lo contrario desaparecería en plazo breve la familia entera. Las lechuzas se las comen; y los gatos, aunque las persiguen y matan, no las devoran.

Estas musarañas viven solamente en tierra, pero la musaraña de agua sabe nadar y bucear muy diestramente lo que le permite perseguir insectos acuáticos, crustáceos y pequeños peces. En los dedos de los pies tiene franjas de pelos duros que le son útiles para la natación. En las orillas de los ríos y arroyos del sudeste de Europa vive otro animal acuático llamado desmán, que también pertenece al grupo de los insectívoros. Tiene unos 25 cm de longitud, pies palmeados y nariz en forma de trompa pequeña, que recuerda la del elefante, y que utiliza de muy diferentes maneras.

Aliméntase de peces pequeños, insectos y gusanillos, cosas que, en su mayor parte, puede encontrar en el agua, donde se pasa la vida. Su piel, de un bonito color pardo ceniciento, es apreciada en peletería.