Los vertebrados son animales que tienen esqueleto óseo


Los procordados son todos marinos y se parecen exteriormente a gusanos o a celenterados. Los vertebrados, o cordados con esqueleto, pueden ser acuáticos o terrestres; en el primer caso respiran por medio de branquias y tienen aletas; en el segundo, respiran con pulmones y tienen patas. Esta diferencia permite dividir los vertebrados en dos grupos: los peces y los tetrápodos o cuadrúpedos. Entre estos últimos hay algunos que se han adaptado a la vida acuática, como las tortugas marinas y las ballenas, y en ellos las patas toman el aspecto de aletas; pero si a éstas se les quita la piel y la carne, se ve que su esqueleto es el de una verdadera pata. Hay una clase de vertebrados tetrápodos, la de los batracios (ranas, sapos, salamandras), cuyas especies respiran con branquias cuando son jóvenes y con pulmones en la edad adulta, por lo cual son como un puente de enlace entre peces y tetrápodos, si bien se los incluye en este segundo grupo, juntamente con los reptiles, las aves y los mamíferos, clase esta última a la que nosotros pertenecemos. Los peces, por otro lado, comprenden tres grandes grupos: agnatos o peces sin mandíbula, que son las lampreas; peces cartilaginosos, como el tiburón y la raya, y peces óseos, como la merluza, el salmón o el pejerrey.

También se pueden distribuir las diferentes clases de vertebrados de acuerdo con la temperatura de la sangre, y así se habla de vertebrados de sangre fría y de sangre caliente. Estas expresiones no son exactas; lo que hay es que en unos (peces, anfibios y reptiles) la sangre está a la temperatura del ambiente, de modo que si los tocamos no nos dan impresión de calor, nos parecen fríos, mientras que en otros (aves y mamíferos) la temperatura de la sangre es aproximadamente constante y por lo general superior a 36°, lo que hace que cuando los tocamos nos parezca que están calientes. En realidad, los nombres correctos son: poiquilotermos, los mal llamados de sangre fría, y horneotermos, los de sangre caliente. Una particularidad común a todos los vertebrados es el tener la sangre roja, por la presencia en ella de glóbulos rojos, células cargadas de hemoglobina, que es la sustancia que absorbe el oxígeno adquirido al respirar y lo lleva a todo el organismo. Los metazoos, que no son vertebrados, no poseen glóbulos rojos; muchos ni siquiera poseen sangre, y los que sí la poseen pueden tener hemoglobina o alguna otra sustancia equivalente, pero se halla disuelta en el plasma sanguíneo. En estos animales la sangre es a veces roja, pero con más frecuencia es amarilla, verde o de otros colores; en algunos es azul, y no en sentido figurado sino realmente de ese color, por tener cobre en ella.

No obstante la maravillosa diversidad de todos estos grupos del reino animal, todos ellos están relacionados entre sí por lazos de parentesco, como se relacionan las ramas de un mismo árbol, habiéndose derivado unos de otros en el transcurso de los tiempos.