Los celos de un chimpancé casi provocan una tragedia


Sabido es lo que ocurre cuando un niño se pone celoso. Pues cuando un chimpancé se encariña con una persona, tiene celos de todos aquellos por quienes tal persona sienta algún afecto, y sus celos pueden tener consecuencias mucho más graves que los de! un niño. Sir Enrique Johnston regresaba una vez a Inglaterra con un chimpancé que había adquirido en África y al que mimaban todos los que iban en el barco, hasta el extremo de hacerlo sentar a la mesa, donde comía como las personas.

Todo fue a pedir de boca hasta que el vapor se detuvo en un puerto, donde embarcaron una señora y su esposo, llevando a un niño pequeño. Éste no tardó en ser objeto de mimos y caricias por parte de los pasajeros, y el pobre chimpancé se sintió postergado. Púsose triste y de mal humor, y un día, a la hora de comer, no ocupó su sitio en la mesa. Sir Enrique subió a cubierta, para buscarlo, y vio al pícaro animal que se disponía a echar el niño al mar. El chimpancé había encontrado a su pequeño rival dormido en si camarote, y se le había ocurrido que desembarazándose de él terminaría de una vez la rivalidad; su amo lo había descubierto en el momento en que iba a realizar su propósito de matar a la infeliz criatura. En cuanto el malvado chimpancé vio que llegaba su amo, se escurrió, soltando apresuradamente al niño. Los celos del animal habían estado a punto de provocar una tragedia.