El cuervo despiadado, que saquea los nidos, y el grajo jovial


Existen otros cuervos más pequeños que, para atacar a los animales grandes, se reúnen en gran número. Su costumbre de comer carne pútrida es, claro está, repulsiva; pero prestan con ello un beneficio a la salubridad del lugar donde lo hacen. Estos cuervos son impenitentes ladrones. Roban los nidos de otras aves y llévanse hasta los huevos sin incubar. Para ello, introduce el cuervo su vigoroso pico por una de las extremidades del huevo y se lleva el cascarón y su contenido tal si fuera en la punta de una lanza.

La alegre graja pertenece a esta familia; no se la encuentra en América, pero al grajo azul, sí. El bello plumaje lustroso de la urraca, de color negro verdoso y blanco, es a todos familiar en Europa y en América, se puede decir que es un animal de distribución mundial. Su presencia se advierte sobre todo por la algarabía que promueven y por el gran nido cubierto que construyen con ramas enlazadas en algún árbol espinoso. Cuando se las domestica, resulta muy graciosa su charla lo mismo que la del cuervo.

El alcaudón es otro pájaro que, aunque no es ave de rapiña, es un terrible carnicero. Coge pájaros pequeños, ratones, etc., y clava en espinas sus cuerpos. De esta manera, puede desollarlos fácilmente y comer cuanto apetece, dejando el resto para cuando vuelva a tener apetito.