Los murciélagos duremen el verdadero sueño invernal


El verdadero sueño invernal se produce también en los murciélagos. Lo confirma el hecho de que si tomamos uno de estos mamíferos voladores, en el estío, y lo sumergimos en el agua, no tardará mucho tiempo en ahogarse; pero si, por el contrario, hacemos esta operación en invierno, aprovechándonos del estado letárgico del animal, éste resistirá en el agua cerca de hora y media, insensible y sin peligro de ahogarse. Lo propio sucede con los erizos. Si se los sorprende en su sueño cotidiano, darán uno o dos ligeros resoplidos, se agitarán y luego se arrollarán más apretadamente que de costumbre, haciendo todo esto completamente despiertos. Pero si ha empezado su sueño invernal, podemos hacer de ellos lo que se nos antoje, sin que despierten. Veremos como apenas respira el animal, y al intentar levantarlo oiremos uno o dos bufidos; luego respirará débilmente unos segundos y volverá a quedarse tan inmóvil como al principio. Entonces podremos echarlo al agua, y tenerlo en ella veinte minutos, y aún más, sin ocasionarle el menor daño.