El ave que constituye un eslabón entre las actuales y las extinguidas


Otras aves hay que están en camino de perder también la facultad de volar. El hoacín u hoatzín, extraña ave del trópico americano, que vive en los árboles suspendida sobre el agua, ha permanecido tanto tiempo sin ocasión de volar, que sólo acierta ya a revolotear en un corto espacio. Tiene plumaje pardo por encima, escarlata en el vientre, y cabeza roja.

Los polluelos del hoacín son interesantes, porque tienen aún en las alas las garras que durante tantos siglos ostentaron los primeros reptiles voladores. Se sirven de ellas para encaramarse por las ramas y hasta el borde de los nidos, a fin de recibir el alimento que sus padres les traen.

Al crecerles las alas y adquirir la facultad de revolotear con ellas, desaparecen las garras. Si, por efecto de un accidente cae al agua algún polluelo, se le ve sumergirse y nadar con gran habilidad, salvándose del peligro de ahogarse. Pero los adultos no pueden nadar. Su vida, demasiado cómoda y libre, los hace indefensos.