El rey de las aves del paraíso y sus maravillosos airones y penachos de plumas


El ave del paraíso de collar vive en la misma región, y se distingue por su larga cola y por el aspecto aterciopelado de las plumas de color de cobre y verde dorado que rodean su cabeza y su cuello.

El rey de los pájaros vistosos es, sin embargo, la gran ave del paraíso, el tamaño de cuyo cuerpo es la mitad del de su larga cola, siendo su hermosura superior a cuanto pueda describirse. El color dominante en su cuerpo y alas es oscuro con tintes negros, púrpura y violeta. El remate de la cabeza y el cuello son de un amarillo afelpado, mientras que debajo de los ojos y alrededor del nacimiento del pecho, el plumaje es verde esmeralda, y en la frente y debajo del pico presenta una franja de un verde más pronunciado; el pico es azul, y los pies, rosados.

El rasgo más sorprendente de esta ave admirable es el soberbio penacho de plumas con que se cubre para aparecer más hermosa. Salen estas plumas de debajo de ambas alas, álzanse en el aire y caen describiendo una preciosa curva de unos sesenta centímetros. Su color es anaranjado subido, oscuro en su extremo, y ello cubre al ave de ricos reflejos.

Cuando los machos se adornan para buscar compañera, reúnense en los árboles, cerca de su vivienda, y saltan y esparcen sus plumas con la mayor vanidad. Pueden verse en número de doce o veinte. Levantan las alas, alargan los cuellos, elevan sus hermosas plumas y las mantienen en continua vibración, llenando el árbol entero de airones volantes en todas las posiciones y ofreciendo al espectador el cuadro más curioso y espléndido.