El pelícano y la notable familia de las garzas


No hay en el mundo aves cuya figura y actitudes sean más cómicas que las del pelícano. Tiene la talla mayor que la de un cisne, sus plumas son blancas con un matiz rojizo, y amarillas en la pechuga de los individuos viejos. En todos los casos las plumas de esta región del ave acaban en una punta aguda, siendo todas ellas muy bastas. El pico es la parte más notable del cuerpo del pelícano. Su parte superior es grande, ancha y plana, y termina en un gancho encorvado hacia abajo.

La parte inferior lleva una gran bolsa que el ave puede reducir mucho cuando está vacía, y que dilata considerablemente cuando tiene peces en ella. Muy acertadamente se ha comparado la bolsa del pelícano con una nasa, pues como tal la usa esta ave. Mientras dura su paseo por los ríos, lagos o pantanos, el pelícano come las piezas que caza. Pero el hecho más notable es que se sirve de la bolsa como de un plato en el que presenta la comida a sus pequeñuelos. En efecto, la hembra, por medio de raros movimientos, devuelve el alimento medio digerido a la bolsa, y allí se sirven los hijuelos. Cuando las crías son más grandes, la madre se limita a abrir desmesuradamente el pico y el hijo mete el suyo hasta el fondo del gaznate, en busca de la comida. A pesar de su figura ridícula cuando está en pie, el pelícano vuela con nobleza; y el espectáculo de una bandada de estos animales cruzando el espacio es realmente bello.

En América como en las regiones más cálidas del Viejo Mundo se ven pelícanos dondequiera haya lagunas de alguna extensión. En la Florida, habitan en grandes colonias sobre ciertas islas en las que su vida es tranquila.

Existe una familia entera de aves de largo pico que se distinguen por su vuelo espléndido. Es ésta la de las garzas, cuyos representantes están esparcidos por todo el mundo. Su cuerpo es pequeño, del tamaño de un ganso, de un pollo o de un cuervo mediano, según las especies; sus patas, muy largas y desnudas, les permiten vadear los ríos y lagos; sus cuellos, esbeltos y flexibles, se encorvan fácilmente hasta el suelo para alcanzar en la orilla las ranas y los lagartos, y en el agua los pececillos que nadan junto a sus patas. Son, pollo general, de un color azul grisáceo, verdoso o enteramente blanco, y algunas especies presentan la cabeza adornada por penachos de diversas formas. Las especies grandes no abundan mucho en ninguna parte, por haberse desecado los pantanos y ser muy perseguidas por los cazadores; pero las especies pequeñas de garzas azules y verdes se encuentran en todos los riachuelos y lagunas más o menos desiertos. Confúndese frecuentemente la garza con la grulla; pero ambas zancudas son, en realidad, muy diferentes.