El asno: el animal más empecinado que existe


Se cree generalmente que el asno es un ser estúpido, mas no es cierto; lo que ocurre es que tiene una firme voluntad y quiere siempre salirse con la suya. En los países orientales, donde se crían en estado salvaje, los asnos son animales espléndidos, vigorosos, veloces y casi tan altos como los caballos. Los de España son muy apreciados, y en Egipto y otros países orientales prestan mayores servicios que los caballos.

El mulo es el producto del cruce del asno con la yegua. Tanto el mulo como el asno tienen las orejas muy largas, y la cola delgada y corta con un mechón de cerdas en su extremo. El asno se distingue por su sobriedad, y es uno de los contadísimos animales capaces de comer cardos y espinos. Los mulos necesitan la misma alimentación que el caballo. Viven aun más que los asnos y sobresalen por la facilidad con que trepan por las montañas.

En los países en donde los hombres tienen necesidad de viajar por terrenos montañosos y atravesar importantes cordilleras transportando mercancías, tienen imprescindiblemente que valerse para ello de los asnos y los mulos, que trepan lo mismo que las cabras. Transportan sobre sus lomos grandes pesos y caminan con prodigiosa seguridad a través de los estrechos y rocosos senderos que bordean las vertientes de las más elevadas montañas, por las cuales no se arriesgaría, seguramente, a transitar ningún caballo.

El asno, de igual modo que el mulo, hállase dotado de una memoria admirable, lo cual es desventajoso, porque cuando se acostumbra a hacer una cosa en una forma determinada, no es posible luego obligarlo a que la haga de manera distinta.