Los viajes de la trucha por los ríos y sus visitas al mar


La trucha asalmonada, que se incluye en la familia del salmón, se conoce también con el nombre de trucha de mar. No es tan grande como el salmón, aunque se han pescado algunas cuyo peso era de 8 a 12 kilogramos. Su carne es tan rosada como la del salmón, pero no tan suculenta. Los hábitos de estas truchas son parecidos a los de los salmones, pues, al igual que ellos, remontan los ríos para poner los huevos; y, como son más pequeñas, y por consiguiente, menos vigorosas, es admirable el valor que demuestran al vencer aquellos obstáculos que encuentran por el camino y que a veces ponen a prueba las mismas fuerzas de un pez tan robusto como el salmón.

No hay más que dos especies de truchas que pasen en el mar una parte de su vida; las demás viven siempre en aguas dulces. A estos peces se los ve con frecuencia saltar fuera del agua persiguiendo a las moscas. Son seres voraces, que se comen gran cantidad de huevos y aun las crías de los demás peces; pero el alimento que más les gusta son los camarones, y los gusanos que los fuertes aguaceros arrastran a los ríos y a los lagos. Sin embargo, no son exigentes, y se ha pescado una trucha que tenía en la boca una víbora pequeña. Poseen la facultad de tomar el color que más se acomoda con el ambiente que las rodea.

La trucha da prueba del mismo instinto que el salmón en lo tocante a la propagación de su especie. Se remonta, en el otoño, hasta la parte más alta de los ríos, haciéndose en la grava un nido como el de los salmones, en el que pone los huevos.

Trataremos ahora de uno de los peces de agua dulce más importantes de Sudamérica.