Las muchas diversas variedades de palomas domésticas


Cultivando con esmero el arte de criar palomas, se ha llegado a obtener razas de un precioso color blanco, con grandes colas en forma de abanico que se encorvan sobre el lomo hasta tocar la cabeza. Las hay que sólo ofrecen interés para las personas aficionadas, y cuyo aspecto no resulta muy atractivo.

Existen razas de palomas cuya cabeza es como la de un búho; algunas tienen en el pecho unos lindos festónenlos; otras presentan las patas cubiertas de plumas, hasta los dedos, y se las conoce, por tal razón, con el nombre de palomas calzadas. Las que tienen un aspecto menos elegante son las llamadas mensajeras, que se parecen a las palomas zuritas hasta el punto de ser fácil confundir unas con otras. Tanto las especies domésticas como las silvestres obedecen a un instinto que las mueve a volver siempre al lugar donde han anidado; intento análogo al que impulsa a las aves de paso a regresar de tierras lejanas. Las palomas que han sido adiestradas para efectuar largos viajes y regresar a su punto de partida son encerradas en cestas y expedidas a grandes distancias en barco o ferrocarril, y cuando luego se las suelta, su instinto maravilloso las guía hasta el palomar sin que corran el menor riesgo de extraviarse.