¿Por qué flota el aceite sobre la superficie del agua?


Parece a primera vista muy curioso que un líquido pueda flotar sobre la superficie de otro; pero si reflexionamos un momento, veremos inmediatamente que el hecho de que un cuerpo flote o no sobre la superficie del agua depende de una o dos cosas: en primer lugar, de que dicho cuerpo sea o no soluble en el agua. Por ejemplo, si introducimos un terrón de sal en el agua, no tardará en disolverse y desaparecer de nuestra vista. Por el contrario, si en vez de la sal introducimos un trozo de madera ligera, flotará, porque el agua no la disuelve, y permanece, por consiguiente, intacta; y también porque el peso del trozo de madera es menor que el de un volumen igual de agua. Pues lo mismo exactamente sucede con el aceite. Los aceites y las grasas son completamente insolubles en el agua, y como en igualdad de volumen, el aceite pesa menos que el agua, flotará sobre la superficie de ésta.