¿Tienen gran valor intrínseco los diamantes?


Hablando con propiedad, sustancias tan vulgares como el hierro, el aire y el agua, sin las cuales no podemos vivir, tienen un millón de veces más valor que los diamantes. Porque el único valor real de éstos consiste, en primer lugar, en que sirven para cortar el cristal, y en segundo lugar, en que son muy vistosos, porque sus facetas refractan y reflejan la luz con brillantes destellos.

Claro es que el diamante más voluminoso del mundo no es tan bello como un capullo de rosa o una humilde violeta; pero todos los objetos que relucen o reflejan la luz con gran viveza, son bonitos, sobre todo a los ojos de los niños muy pequeños. Así, pues, los diamantes no son, en realidad, muy valiosos, pero son, sí, muy costosos. Creen muchos que estas palabras significan lo mismo; pero los que así piensan, no sospechan cuánto se equivocan. Las guerras son costosas, pero no son valiosas; el aire y la luz no son costosos, pero poseen más valor que todos los tesoros del mundo.