¿Qué es la pila atómica?


Para ser precisos digamos que no es correcto hablar de pila atómica, si es que por tal entendemos algo semejante a lo que conocemos por pila eléctrica. Porque en una pila atómica la generación de electricidad no es el resultado directo, como ocurre en una pila eléctrica, sino por el contrario la consecuencia indirecta de la aplicación de ella a los generadores de electricidad. Corrientemente las centrales eléctricas producen electricidad mediante generadores que son accionados por turbinas de vapor, las cuales, a su vez, reciben éste, de poderosas calderas alimentadas por diversos combustibles, tales como el carbón, el petróleo, etc. Se ve pues, que en última instancia se requiere un combustible para generar calor. Bien, esto es justamente lo que produce una pila atómica: calor. O sea que con su aplicación a las centrales eléctricas se reemplazan los combustibles comunes. Digamos, entonces, reactor atómico, en lugar de pila atómica, y seremos más exactos.

El primer reactor fue construido en el año 1942, por el físico E. Fermi, y fue, aunque pequeño, el prototipo para la construcción de los enormes reactores que le sucedieron en varios países del mundo.

La producción de calor en el reactor atómico es debida a la liberación de energía que tiene lugar durante la fisión de ciertos elementos, como el uranio-235. Los núcleos de éste se parten, se dividen, o dicho de otro modo, se fisionan, cuando son chocados por neutrones, liberando gran cantidad de energía durante dicha partición, al punto de provocar una explosión si no se la controla. En esto consiste la función de un reactor, en la producción de calor mediante un proceso controlado de reacciones nucleares en las cuales ocurre la fisión de un elemento transuránico. Y es claro que la aplicación de esta energía calórica no tiene únicamente el fin de producir electricidad, sino que, puede también ser utilizada en muchos otros usos provechosos.