¿Qué es un satélite artificial?


Todos sabemos que la Luna es un satélite de la Tierra. Ahora, para ser más exactos, debemos decir que es su satélite natural, porque, desde que el hombre comenzó la conquista del espacio cósmico, la Tierra tiene otros satélites más, a los cuales podemos llamar artificiales o sateloides. Esta denominación no es arbitraria ya que lleva implícita la idea de que se trata de algo elaborado por la mano del hombre. Un satélite artificial es un pequeño laboratorio con instrumental adecuado, puesto en el espacio cósmico para recoger preciosos datos científicos acerca del espacio externo a la atmósfera terrestre.

La meta de los científicos es, sin duda, poder viajar hasta la Luna y los planetas más próximos a la Tierra, como Venus y Marte. Pero, para alcanzar estos objetivos todavía tenemos que aprender mucho acerca de las condiciones que imperan en el espacio interestelar. Estos conocimientos nos son suministrados por esos pequeños laboratorios ambulantes que son los satélites artificiales.

Dentro de ellos existen instrumentos diversos, tales como termómetros, contador de rayos cósmicos, contador de meteoritos que chocan contra el satélite, magnetómetros para medir campos magnéticos, contadores de rayos gamma, rayos x y rayos ultravioletas, instrumentos para medir la radiación solar, y en algunos casos incluyen animales -perros, ratones blancos, cobayos- para examinar las condiciones de la vida fuera de la atmósfera terrestre. A todo el instrumental anterior tenemos que agregar todavía un transmisor de radio, encargado de enviar a la Tierra los datos recogidos en su trayecto y útil también para la localización de la trayectoria del satélite.

Cuando estos cuerpos se conviertan en plataformas espaciales, sobre las cuales pueda descender el hombre, se estará entonces en condiciones de iniciar la maravillosa hazaña de volar hacia los planetas vecinos. Mientras tanto, estos pequeños laboratorios de observación espacial que son los sateloides están preparando el camino de la ciencia, de la que ellos son como la mano de quien avanza a tientas en la oscuridad.