¿Por qué producen las abejas su característico zumbido?


El zumbido de las abejas y de otros muchos insectos no es un reflejo de los sonidos que cruzan el ambiente, como el murmullo que se escucha en ciertos caracoles marinos, sino que lo producen ellas mismas. Nadie habrá oído zumbar nunca a una abeja, ni a ningún otro insecto, cuando andan o se arrastran; lo cual da motivo a creer que el zumbido de las abejas lo causan sus alas al volar. No pueden producirlo con el aparato bucal, como el que nos permite cantar, porque carecen de él; pero sus alas se mueven con rapidez inconcebible, y hacen vibrar el aire, y ya sabemos que las vibraciones del aire se convierten en sonidos cuando llegan a nuestros oídos. Si los pájaros moviesen sus alas con la misma rapidez, producirían igualmente un zumbido.

Si estas vibraciones son demasiado lentas, como cuando blandimos un bastón en el aire, o cuando un pájaro bate sus alas, nada oímos. Si son demasiado rápidas, como ocurre con algunos insectos, y en otros casos, como los chillidos de los murciélagos, no podemos oírlos; por lo que toca a éstos, algunas personas pueden oírlos, pero muchas otras (y en especial los ancianos) no los oyen. Hay, pues, muchos sonidos que no podemos oír, como existen muchos colores que no podemos ver. Pero las vibraciones producidas por las alas de las abejas en el aire son tan rápidas dentro de cierto límite, que puede percibirlas nuestro oído, si están lo bastante cerca, y por eso escuchamos un zumbido. Esta palabra, lo mismo que la voz “murmullo”, ha sido inventada para imitar el sonido que representa.