¿Por qué cambia de expresión el rostro cuando meditamos profundamente?


Debajo de la piel del rostro hay un gran número de pequeños y maravillosos músculos que tienen varios fines, tales como los de abrir y cerrar la boca, levantar las cejas, etc.; pero todos ellos están gobernados por dos nervios que vienen del cerebro y se llaman faciales, colocados uno a cada lado de la cara. Estos nervios están en estrecha conexión con el cerebro; y por esto, casi todo lo que ocurre en aquél les afecta y puede manifestarse en el rostro por medio de movimientos de los músculos gobernados por dichos nervios. No solamente cuando pensamos, sino también cuando sentimos cambia la expresión del rostro. Este cambio se observa en forma más clara y precisa en el rostro de los niños.

Pero, a pesar de todo, nos es posible gobernar, más o menos, los movimientos del rostro, de manera que parezca que estamos alegres cuando en realidad estamos tristes. Los adultos aprenden generalmente a dominar los movimientos del rostro, aunque esto es cuestión de costumbre. Cuando el rostro de una persona expresa sus sentimientos y sensaciones, decimos que es expresiva, y es muy agradable encontrarse con alguien cuya cara no se parezca a una rígida máscara.