¿Por qué las ortigas nos provocan tan violenta comezón?


Las hojas de la ortiga picante -no las de la llamada ortiga muerta o lamio blanco, que es otra planta muy diferente, aunque ambas hojas se asemejan mucho-, están cubiertas de diminutos pelos de agudísimas puntas encorvadas, que se rompen al menor contacto. Pero la ortiga no punza solamente, sino que también pica. La causa de ello es que sus pelos están llenos de un ácido llamado ácido fórmico, que se introduce en nuestra epidermis por el canalículo de implantación del pelo. Entonces es cuando sentimos la molesta comezón en la piel. Formis, en latín, significa hormiga, pues este ácido se halla también en el cuerpo de las hormigas e impide, probablemente con su desagradable gusto, que los animales se coman a las hormigas. Es ésta una de las tantas formas en que los animales y las plantas se protegen de los ataques de sus enemigos; he aquí otras: así, el diente envenenado de la serpiente. La tinta que expele el calamar para no ser visto por sus perseguidores, y los desagradables y frecuentemente venenosos aceites hallados en las hojas de ciertas plantas, como en la del tabaco, por ejemplo.