¿Por qué es útil la radiactividad artificial?


Los elementos radiactivos artificiales han constituido una valiosa fuente de conocimientos para las investigaciones científicas. Además, rápidamente tuvieron amplia aplicación práctica, aplicación que día a día va creciendo en los distintos campos en que ha sido utilizada, a medida que aumenta la producción de dichas sustancias o elementos.

En pequeña escala, las sustancias radiactivas pueden ser producidas en ciclotrones o en aceleradores de alta tensión; una producción mayor puede lograrse con las pilas o reactores atómicos modernos.

Las aplicaciones se han extendido en las siguientes especialidades: Medicina, Agricultura, Metalurgia, Veterinaria, Química Industrial, etc.

Veamos en qué consisten algunas aplicaciones: por ejemplo, en Medicina. En el tratamiento de ciertas enfermedades las sustancias radiactivas pueden utilizarse en forma de líquidos, que el paciente beberá, o en forma de sólidos, que se aplicarán sobre la región que deberá ser tratada en forma de placas, agujas, hilos metálicos, etc. En otros casos el paciente puede ser sometido a las radiaciones de una fuente externa, por medio de un aparato, tal ocurre por ejemplo con el cobalto 60, elemento radiactivo emisor de rayos gamma. Esta aplicación se denomina telecurieterapia o teleterapia. En la radiocardiografía el paciente recibe las sustancias radiactivas mediante inyecciones endovenosas, obteniéndose luego con tal ayuda registros radiocardiográficos.

En la industria las aplicaciones de las sustancias radiactivas son numerosas y muy importantes; por ejemplo, en la fabricación de telas de seda, rayón, o plásticos a alta velocidad, suelen presentarse -debido al frotamiento-peligrosas cargas electrostáticas; mediante las sustancias radiactivas puede lograrse la ionización del aire que circunda el sitio generador del problema, con lo cual las cargas eléctricas pasan a tierra a medida que se producen, sin llegar a acumularse. También pueden medirse o controlarse espesores en procesos de laminación, localizarse pérdidas de agua en cañerías subterráneas, mejorar la estructura de ciertos materiales, sacar radiografías de piezas de fundición, estudiar el funcionamiento de motores, y muchas otras cosas.