¿Por qué no enrojece una caldera cuando la calentamos?


Será fácil contestar a esta pregunta, si nos fijamos en lo dicho en la anterior. Lo primero que hemos de observar es que la pregunta no está bien formulada, porque si nos limitamos a calentar una caldera, no hay duda de que acabará por ponerse candente.; Lo que quisimos decir, es lo siguiente: ¿A qué se debe que esta caldera, que calentada en seco se pondría candente, no enrojezca cuando la calentamos después de haberla llenado de agua?

Ahora bien; sabemos que si un objeto despide luz, es porque está caliente. De manera que ha de haber un motivo por el cual, a pesar de que calentamos la caldera, el calor que ésta absorbe no es suficiente para que se ponga luminosa. Y este motivo es que el agua puede ¡ contener más calor que otra sustancia cualquiera, y se apodera con avidez: del que existe a su alrededor. Así es; que el agua absorbe el calor de la caldera e impide que su fondo alcance una temperatura superior a la del agua hirviendo.