¿Por qué flota un buque de hierro siendo el metal más pesado que el agua?


Creíase antiguamente que los buques se habían de construir de madera para poder flotar, porque la madera flota y el hierro se sumerge; pero hoy día todos los buques de grandes dimensiones se construyen de hierro. Ahora bien: ¿por que no se van al fondo como una piedra o un yunque? A causa de su forma. Construidos de modo que sean huecos, la mayor parte del volumen que ocupan se llena de aire; lo que hace que el buque sea, en su conjunto, más ligero que el agua, y por lo tanto flote. Se pueden poner en él muchas cosas; pero cuanto más cargado, más hundido navega en el agua. En sus bodegas se puede almacenar metales, pero si se lo llenase de éstos, o de algo que fuese más pesado que el agua, se iría a pique.

Un hombre de noble corazón, Samuel Plimsoll (1824-1898), luchó durante muchos años para salvar la vida de los marineros, hasta que consiguió que se promulgara una ley que obligó a los armadores a pintar una faja en el casco de los buques, la línea de flotación, y a no cargarlos tanto que dicha línea desapareciera bajo la superficie del agua. Como de todo aquél que hace algo que vale y tiene mérito, mofáronse de él; pero su nombre no se olvidará jamás, y esta línea que protege la vida de los marineros se llamará siempre, en memoria suya, la línea de Plimsoll.